El congresista y la hija del dictador
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Jerry Weller buscaba por sexta vez una silla en el congreso por el estado de Illinois, cuando en Julio del 2004 anunció que estaba comprometido con Zury Ríos Sosa, una dura diputada del congreso guatemalteco e hija del conocido dictador, (general) Efraín Ríos Montt.
“Estoy feliz de haber encontrado a mi mejor amiga y alma gemela. Nuestro amor no conoce fronteras”, dijo Weller por medio de un comunicado de prensa. Y en el mismo comunicado, Zury también afirmaba: “Junto a Jerry, estoy comenzado una nueva primavera. Lo que admiro en su persona, es su responsabilidad, su entrega y su honestidad”.
Pero a pesar de su mutuo entendimiento, el anuncio del compromiso levanto una bandera roja: Jerry Weller, además de ser el primer congresista estadounidense en contraer nupcias con una miembro de un congreso nacional en el extranjero, también era miembro del Comité de Asuntos Internacionales, y la interrogante entonces fue la siguiente: Los votos dentro de sus dos puestos, se verían acaso influenciados por Zury?.
En Julio 12 de ese año, el editorial del Chicago Sun-Times aseveraba que el matrimonio “tiene el problema de la imagen que se estaría proyectando al resto de nuestros vecinos latinoamericanos, quienes fuera de la preocupación que la influencia de una esposa pueda ejercer sobre un miembro del Comité, ya de por si son unos grandes críticos de nuestras políticas”.
Y para agregar, al siguiente día, el Bloomington Pantagraph, el periódico mas grande en el distrito de Weller, publicó un editorial que decía que “en cualquier momento en que un congresista de los Estados Unidos con acceso y manejo de información confidencial e íntimamente involucrado con una figura clave dentro de una legislatura extranjera, cuyo padre ha sido acusado de genocidio, es algo de que preocuparse. Hay ciertas fronteras que un congresista debe de marcar en nombre de la seguridad de los Estados Unidos. No podemos decir que Weller ha cruzado esa línea, pero ciertamente anda de puntillas sobre ella”.
The Chicago Sun-Times sugirió que Weller, un republicano, mejor renunciara a su puesto dentro del Comité, mientras que su oponente en la carrera por la legislatura, Tari Renner, también le sugería lo mismo. Telly Lovelace, el portavoz de Weller, tuvo que decir al Pantagraph que el congresista no tenia intenciones de renunciar: “Si obviamente hay un conflicto, el congresista Weller hará lo que es apropiado”.
Los compromisos del congresista
En agosto del 2004, Weller se reunió con la junta editorial del Pantagraph, quienes sin citar directamente al congresista, afirmaron que éste les dijo que “se abstendría de legislar, específicamente en cuestiones relacionadas con Guatemala.
Lisa Haugaard, la directora ejecutiva del organismo sin afinidad política, Latin America Working Group, en Washington D.C., dijo para esa ocasión que la declaración del congresista “era moderadamente sin valor”, ya que según explico, cualquier asunto relacionado con Guatemala de seguro sería parte de una legislación mucho mas extensa. Weller tuvo entonces que acudir por asesoría al comité de ética, el cual, según The Associated Press, le comunicó que como congresista “tenia una obligación de votar sobre proyectos de ley, a menos que no tuviera un interés directo sobre el resultado”. Exactamente una norma no muy clara.
Y ahora, dos años después, Jerry Weller de 49 años y Zury Sosa de 38, están casados y tienen un hijo. Weller planea reelegirse en Noviembre y Zury todavía es una líder en el congreso guatemalteco por el FRG (Frente Revolucionario Guatemalteco) y con un puesto en el comité de relaciones internacionales, similar al comité de Weller. Dentro del FRG, fundado en 1989 por su padre, Zury es la segunda persona con más poder, y aunque hasta ahora nadie la acusado directamente, su partido está plagado con acusaciones de corrupción, lavado de dinero y ayudar a narcotraficantes. De alguna manera, su figura mejor ha servido para limpiar la imagen de su partido a través de la promoción de leyes en contra de la discriminación de las mujeres y personas con SIDA, así como en la protección de menores por medio de la regulación de publicidad de alcohol y tabaco. Además de esto , la congresista también ha promovido leyes que buscan disminuir el apoyo financiero que grupos terroristas puedan tener y controlar el contrabando, medidas que en cierta medida le han ayudado a las autoridades de Guatemala a embargar bienes tales como barcos y aviones de algunos narcotraficantes que huyen de la ley.
Lo que Weller se calla
En el 2005, Weller se convirtió en el vicepresidente del “Hemisphere Subcommitte”, el comité mas importante en el congreso estadounidense que tiene dentro de sus funciones el legislar sobre Latino América y “la guerra contra las drogas”, y la supervisión de esa política. “El subcomité (“Hemisphere Subcomitee”), es uno de los únicos que supervisa la política antidrogas de Estados Unidos, el más importante en crear esa política, además de tener una gran influencia”, dice Adam Isacson del grupo de monitoreo, “Center for International Policy”.
Los 16 miembros del subcomité también se enfocan sobre asuntos comerciales y la democracia en la región latinoamericana. Weller usualmente habla acerca de estos asuntos en lo que concierne al Caribe y Latino América, excepto Guatemala, y esto a pesar de que Guatemala tiene una población de 12 millones, un tercio de toda la población de Centro América. Weller por ejemplo, votó a favor de CAFTA, cuyo arreglo incluye a Guatemala, pero nunca habla específicamente de las posibilidades comerciales de la nación, así como tampoco habla de su democracia, la cual es muy frágil, y mucho menos tampoco habla acerca del lavado de dinero y el narcotráfico en Guatemala, a pesar del hecho de que un 70 por ciento de la droga que entra a Estados Unidos pasa por Guatemala, lo cual viene a levantar las dudas acerca de que si Weller está haciendo todo lo necesario para atender las preocupaciones de sus constituyentes.
La historia de Guatemala y Ríos Montt
En 2003, año en que Weller conoció a Zury, el FRG controlaba Guatemala, siendo presidente de la república para ese entonces, Alfonso Portillo, un claro aliado dentro de las filas “eferregistas” de Ríos Montt, el padre Zury. Las relaciones con los Estados Unidos estaban por el suelo para esos días, como ya lo vislumbraba una declaración en Octubre del 2002 del Asistente del Secretario de Estado, Otto Reich, dirigida al Subcomité, y que afirmaba: “Bajo todas las consideraciones, la corrupción está desenfrenada. El crimen organizado, en particular el tráfico de narcóticos y de ilegales, están creciendo, y Guatemala se ha convertido en la nación con más tránsito de drogas, y sin embargo las capturas e incautaciones han bajado. Pocas figuras de alto nivel son acusadas o formalmente investigadas por corrupción y llevadas a juicio. Grandes cantidades de cocaína pasan por Guatemala con gran impunidad y los traficantes tienen buenas conexiones con figuras de alto nivel del gobierno”. Al siguiente mes, la administración Bush avergonzó al gobierno Guatemala al negarle la visa al ex jefe de inteligencia tras acusarlo de narcotraficante, y luego en Enero del 2003, volvió a avergonzar a Guatemala al sacarla de la lista de países cooperantes en la lucha contra las drogas, siendo la primera vez que Guatemala fracasaba en ser parte de la lista y también la primera vez en ser “desertificada” junto a Haití y Myanmar, desde que en 1987 Los Estados Unidos iniciaran sus anuales evaluaciones.
Unos meses más tarde el diario Los Angeles Times reportó que el Departamento de Estado estimaba que unas 200 toneladas habían pasado por Guatemala en el 2002 (el triple al compararse con la década anterior) y que los incautamientos de cargamentos de cocaína habían bajado de 10 toneladas en 1999 a menos que tres: “El flujo ha convertido partes de Guatemala en zonas sin ley, cuyo tránsito es controlada por poderosos carteles de familias locales. Ahora, tanto oficiales antidrogas de Guatemala como de Estados Unidos, consideran que los traficantes colombianos han consolidado sus operaciones en Guatemala con la cooperación de actuales y ex funcionarios de gobierno”. Los Angeles Times citaron para ese entonces a un ex aliado de Ríos Montt que corría por en su contra durante las elecciones de Noviembre: “Si no nos cuidamos, nos vamos a convertir en otra Colombia. Lo que ha pasado aquí es que los narcotraficantes han infiltrado tanto el gobierno como al ejército”.
En mayo, el FRG había nombrado a Ríos Montt como su candidato a la presidencia en las elecciones de Noviembre. La posición de los Estados Unidos ante el hecho, a pesar de subestimada y diplomática, fue bien clara: “Tenemos esperanzas en nuestra capacidad de por trabajar, así como la de tener una relación tanto normal y amigable, con quien quiera que resulte ser el nuevo presidente de Guatemala……..Realmente, y a la luz de los antecedentes que rodean al señor Ríos Montt, sería un tanto difícil el tener tipo relación que deseamos”. Ríos Montt ya había sido presidente en 1982 gracias a un golpe militar. El ejército guatemalteco para ese año, estaba en guerra con la guerrilla izquierdista, a quienes venían combatiendo desde 1960. La guerra al fin finalizó en 1996 con un saldo final que se estima en 200,000 muertos, de los cuales, arriba de 70,000, fallecieron durante los 17 meses en que el General Ríos Montt estuvo en el poder cuando otro golpe militar lo despojara de la presidencia. Según la Comisión de la Verdad, los militares fueron los responsables de un 90 por ciento de la violencia. Montt intentó ser presidente en 1990, pero la constitución aprobada en 1985 prohibía a lideres de golpes de estado el ser candidatos a la presidencia. Cuatro años después (1994) ganó un puesto en el congreso, y en el mismo año trato de nuevo de nominarse candidato a la presidencia, pero las cortes del país le prohibieron proseguir. No fue sino hasta el 2003 cuando la obscura personalidad del General volvió a resurgir como candidato nuevamente.
La carrera política de Zury y la boda
Zury Ríos Sosa empezó su carrera política en 1989 haciendo relaciones públicas para el FRG y por primera vez fue elegida para el congreso durante la plataforma del partido en 1995. En el 2003 volvió a reelegirse para el puesto al mismo tiempo que dirigía la campaña de su padre, y en la que regularmente surgió como su principal apoyo afirmando que Guatemala necesitaba “una mano dura” y refiriéndose a él como su “inspiración”. Hasta ahora no se ha distanciado del sombrío récord de su padre, y tampoco ha denunciado los asesinatos cometidos durante su presidencia a principios de los 80s. Pero a mediados de Julio, una corte constitucional determinó que el General si podía ser candidato, afirmando que la ley contra los ex golpistas no podía ser aplicado retroactivamente. La Suprema Corte dijo que quería revisar el asunto, y el 24 de Julio, miles de seguidores de Ríos Montt se lanzaron a las calles armados con machetes y garrotes, procediendo a quemar vehículos, la quiebra de vidrios y rodearon edificios de la corte y la embajada estadounidense. Un reportero de la televisión local murió de un infarto cuando huía de una turba de seguidores de Ríos Montt que querían bañarlo con gasolina y quemarlo. Las violentas acciones parecían estar coordinadas y por horas ni la policía y ni los militares intervinieron. El Departamento de Estado acusó al FRG con proveer de tiendas de campañas y mercancías a sus simpatizantes, muchos de los cuales habían sido transportados la noche anterior por medio de buses. Delegados del FRG fueron fotografiados en medio de la muchedumbre, mientras que otras personas dijeron a algunos reporteros que Zury Sosa se encontraba con los manifestantes portando un “walkie-talkie”.
Unos días después, un periodista de Prensa Libre le preguntó a Zury:
–Periodista: Están los que dicen que usted fue la cerebro de los disturbios?.
–Zury: Quienes dicen eso?
–Periodista: “Unos analistas, y el día de ayer algunos medios publicaron sus puntos de vista”.
–Zury: “Por el momento no tengo ningún comentario”.
–Periodista: “Y en lo que respecta a los delegados del FRG que están involucrados y cuyas fotos han sido publicadas?”
–Zury: “No tengo ningún comentario”.
Cuando el reportero le pregunto de nuevo de que si era importante de que los guatemaltecos supieran la verdad sobre quienes habían sido los responsables de la violencia, ella le respondió: “ Cada día miles de personas mueren por causa del SIDA y tenemos 13 millones de huérfanos en el mundo. Eso es lo que realmente me preocupa”.
Dos semanas después, Jerry Weller arribó a Guatemala junto a otros tres miembros del Comité de Relaciones Internacionales (International Relations Comitte) para discutir sobre asuntos de comercio y el tráfico de drogas, y tuvo la oportunidad de conocer a Sosa por primera vez durante una recepción. “Desde el momento en que la vi, supe que había encontrado a la mujer más increíble”, afirmó Weller a los periodistas. Según se afirma, Weller le confió su personal intereses al embajador estadounidense, y al siguiente día, durante una cena patrocinada por el Comité de Relaciones Internaciones del congreso de Guatemala, del cual Zury era miembro, se vio sentado a la par de ella.
Weller describió su encuentro a la par de Zury como una cosa de gran suerte, pero según un funcionario de la embajada que estaba sentado en la misma afirma, “ello lo arregló así”.
En noviembre, mientras Jerry Weller y Zury Sosa se cortejaban a larga distancia, ella resultaba reelecta , y su padre, cuyo derecho a participar por la presidencia había sido reafirmado por una corte constitucional, conseguía menos del 17 por ciento , afirmándose que la violencia ocasionada por la turba le hizo perder las elecciones. Una coalición de partidos opuestos al FRG había ganado la presidencia y controlaba el congreso, y el FRG pasaba a convertirse en el más grande partido en la oposición.
Al siguiente Verano, Weller anunciaba su compromiso con Sosa y su portavoz confirmaba que sería el segundo matrimonio para ambos, pero no fue muy claro si Weller en realidad sabía que en lo que a Sosa concernía, se trataba de su cuarto matrimonio. De cualquier forma, un día después de que anunciaran su compromiso, los dos enviaron una petición a la Comisión Federal de Elección (Federal Election Comitte), preguntando si Zury (quién no tenía ninguna intención por abandonar su puesto, o de no buscar una ciudadanía o residencia permanente), podía tomar decisiones durante la campaña de reelección de Weller, así como el de solicitarle fondos y hablar en su favor.
La comisión les respondió que la ley prohibía a los extranjeros el donar fondos y participar en la toma de decisiones relacionadas con elecciones en Estados Unidos, pero que si ella trabajaba como voluntaria, sí podía entonces hacer discursos y solicitar fondos de ciudadanos estadounidenses y no otros.
Weller ganó en Noviembre del 2004 y luego viajó a Guatemala a contraer nupcias con Zury, y la boda se llevo a cabo en una villa de su padre en las afueras de la capital. Su padre estaba bajo arresto domiciliar acusado de incitar los disturbios de Julio, pero un juez le dio permiso de asistir a la ceremonia. Ríos Montt quedó libre de estos cargos el pasado Enero de este año, pero en Julio también del 2006, un juez español lo acusó de presuntos crímenes que datan desde los 80s, entre los que se incluye el genocidio.
Mientras tanto, Alfonso Portillo, después de huir del país, continua bajo investigación por cargos de enriquecimiento ilícito y altos miembros de su gobierno han sido encarcelados por cargos de corrupción.
Los pecados del congresista
Dos meses después de su matrimonio, Weller ignoró todos los llamados para que renunciara, y se convirtió en el presidente del “Western Hemisphere Subcommitte” . Y no es que no tenga otros intereses. Weller también es miembro “The International Relations Committee’s terrorism and nonproliferation subcommittee. Y su récord, del cual se encuentra muy orgulloso, abarca desde la abolición del ‘marriage-tax penalti (un tax impuesto a parejas estadounidenses que ganan casi un mismo salario), la redesarrollar el “Joliet Arsenal”, fundar clínicas para veteranos, y ejercer presión política para expandir el uso de combustibles alternativos.
En el 2004, Weller hizo pública una declaración diciendo que quería permanecer dentro del “Western Hemisphere Committe”, “para enfocarse en asuntos del narcotráfico y la aplicación internacional de la ley”, y su página web asevera que “El ha tomado un rol muy activo junto a agencias estadounidenses en el combate contra el narcotráfico”.
Sin embargo, Weller parece determinado a actuar como si Guatemala no existiera. En Enero del 2005 por ejemplo, el lideró una de delegación de nuevo personas a Colombia, Panama y Honduras, para discutir tratados comerciales y narcotráfico, y dijo “que el 90{2ef06ca992448c50a258763a7da34b197719f7cbe0b72ffbdc84f980e5f312af} de la cocaina, asi como la mitad de la heroína que llega a Illinois, proviene de Colombia y la región andina”. No mencionó a Guatemala, y esto a pesar de que funcionarios de la administración Bush dicen que la mayoria de la droga pasa por la nación centroamericana. Y en Mayo del 2005 ni siquiera hizo de la cuestión de las drogas en Guatemala, un asunto de importancia, y esto a pesar también de que en ese periodo habló sobre el problema de las drogas en términos generales: “Tenemos una tremenda preocupación acerca del narcotráfico a través de la región”.
Y no es como si el problema de las drogas en Guatemala haya desaparecido. En Septiembre del 2003 se puso de nuevo a Guatemala en la lista del Departamento de Estados de países que colaboran en la lucha contra las drogas, y el Ministro de Gobernación, Carlos Vielman dijo a Reuters “que podemos ver efectos similares en Guatemala como los que se dieron en Colombia desde 1985 a 1990”. Y el pasado otoño, el funcionario de la DEA, Michael O’Brien dijo algo similar: “Si ellos no cambian las cosas de cómo están, podrían llegar a tener una mini-Colombia”, y agregando que lo que Guatemala necesita son leyes fuertes contra el crimen organizado. Y el jefe del DEA, Michael Braun, dijo al Subcomité “que Guatemala es un gran punto de trasiego y sirve de gran bodega para almacenar todo la droga proveniente de Sur América en ruta a los Estados Unidos”. El reporte anual del Departamento de Estado en el 2006 afirmaba “que grandes envíos de droga continúan moviéndose a través de Guatemala por aire, tierra y mar”.
En Marzo de este año, durante una reunión del miembros del Subcomité, Weller dijo a funcionarios de la administración Bush, de que esperaban que se enfocaran sobre los problemas de corrupción en Venezuela, pero no ha hablado de la corrupción en Guatemala. Denunció a Venezuela por “albergar a grupos terroristas colombianos” que han asesinado a jueces, pero no denunció a Guatemala a pesar de que allí también se han asesinado a jueces y a funcionarios democráticamente electos. En esta primavera, uno de los lideres en el apoyo por una legislación para combatir el crimen organizado, Mario Pivaral, fue asesinado fuera del edificio del congreso. En Julio de este año, el congreso pasó la primera ley de la nación específicamente para el combate contra el crimen organizado y que permite monitorear las llamadas de sospechosos y desplegar agentes encubiertos.
Una minuciosa búsqueda “online” de récords del congreso y de reportes noticiosos durante los últimos tres años, dan casi nada de cosas que públicamente Weller pudo haber dicho acerca de Guatemala. Solo aparece citado en una comunicado de prensa que su esposa distribuyó en español y que dice: “Soy un republicano y creo que nuestros dos países deben trabajar juntos”. Weller no quiso hacer comentario alguno para este artículo, y en Enero del 2006 un reportero de la AP se quejó escribiendo de que “Weller rehusó repetidas solicitudes el impacto de su matrimonio en el congreso”. Otros miembros del Subcomité (“Western Hemisphere Comitte”), comentan acerca de Guatemala, incluyendo al congresista republicano Dan Burton, y quien el año pasado denunciara la “mafiosa justicia” del país.
Jerry Weller incluso piensa de que ni siquiera debería hablar acerca de las cosas buenas que han pasado en Guatemala, como lo es la legislación antiterrorista, y que su misma esposa ha promovido. “Hay algunas cosas positivas en el hemisferio. Algunos países como Panamá, Trinidad y Tobago, Jamaica, México y El Salvador, han hecho grandes esfuerzos de prevención y preparación en contra del terrorismo”, dijo Weller durante un testimonio del Subcomité. Pero sin embargo no dijo ni siquiera una palabra acerca de Guatemala, y esto que Guatemala se encuentra entre México y El Salvador.
Carlos Gómez de la Fundación por los Derechos Humanos de Guatemala basada en Chicago, afirma que el silencio de Weller le hace tanto daño a Estados Unidos como a Guatemala. “Si el Sr. Weller no tuviera una relación con Zury, estaría trabajando en contra del narcotráfico y el crimen organizado en Guatemala. Fue el FRG quién le abrió las puertas al narcotráfico y el crimen organizado en Guatemala, así que no puede atacar al mismo partido al que pertenece su esposa”, dijo Gómez.
Como cualquier político, Weller deberia de saber que no importa que tan confiado se sienta de servirle a sus constituyentes. Las apariencias cuentan y el silencio no ayuda.
** Este articulo fue publicado simultáneamente en el Chicago Reader**
Frank Smyth, un periodista con experiencia internacional en temas del narcotráfico y la guerra en Iraq, cubrió la guerra civil salvadoreña y es colaborador de Raíces. Traducción libre por Alex Renderos, miembro del equipo editor de Raíces.
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Friday, September 01, 2006